Delitos de injurias, coacciones y amenazas verbales o físicas
¿Qué se considera un delito de injurias, coacciones o amenazas?
Los delitos de injurias, coacciones y amenazas verbales o físicas están regulados en el Código Penal y afectan directamente a la libertad y dignidad de las personas. Aunque muchas veces se producen en discusiones privadas o contextos de tensión, pueden ser considerados delitos si cumplen ciertos requisitos de gravedad o intencionalidad.
Las injurias consisten en expresiones o manifestaciones que lesionan la dignidad de otra persona, menoscaban su fama o atentan contra su autoestima. Las amenazas implican anunciar a alguien un mal futuro y grave, con intención de intimidar. Las coacciones, por su parte, consisten en impedir a alguien hacer lo que la ley no prohíbe, o en obligarle a hacer algo contra su voluntad.
Desde mi despacho en Albacete, asesoro tanto a víctimas que han recibido este tipo de ataques como a denunciados que necesitan defenderse ante acusaciones que muchas veces carecen de base jurídica.
¿Te han insultado, amenazado o forzado a hacer algo contra tu voluntad? Estos comportamientos pueden constituir un delito penal, aunque no haya lesiones físicas.
Diferencias legales y requisitos para que haya delito
Para que una conducta se considere penalmente relevante, debe superar el umbral de lo tolerable socialmente. Estos son los principales elementos de cada delito:
- Injurias: deben ser graves y proferidas con publicidad (por ejemplo, en redes sociales o ante terceros). No toda falta de respeto es delito.
- Amenazas: deben anunciar un mal serio, verosímil e injusto. Si se exige una condición (como entregar dinero), puede considerarse delito grave.
- Coacciones: implican una acción directa que impide a alguien actuar libremente, como bloquearle el paso, forzarle a firmar un documento o impedirle ver a alguien.
Además, se valorará la reincidencia, la relación entre las partes (familia, vecinos, exparejas) y si existe una denuncia previa. Estos delitos pueden ser considerados leves o graves según su intensidad, duración y consecuencias.

Cómo actuar ante una amenaza, coacción o injuria

En estos casos, lo más importante es documentar el hecho y actuar con rapidez. Los pasos recomendables son:
- Acude a la Policía o Guardia Civil para dejar constancia inmediata de lo ocurrido. Lleva pruebas si las tienes (mensajes, testigos, grabaciones).
- Solicita parte médico si ha habido consecuencias físicas o psicológicas. Puede ser clave para acreditar el daño.
- Valora interponer denuncia penal, con asesoramiento jurídico, detallando los hechos, fechas, personas implicadas y contexto.
- Evita responder con insultos o amenazas. Cualquier reacción inadecuada puede volverse en tu contra.
- Si eres denunciado injustamente, es esencial preparar una buena defensa que cuestione la veracidad, gravedad o intencionalidad de los hechos.
Como abogado, puedo ayudarte tanto si eres víctima como si necesitas defenderte ante una denuncia. Una estrategia bien enfocada puede marcar la diferencia entre el archivo de la causa o una condena.
Consejos y errores frecuentes en estos casos penales
No minimices una amenaza o coacción: actúa desde el primer momento
Muchas personas no denuncian amenazas verbales o mensajes intimidatorios por pensar que "no va a pasar nada". Sin embargo, las amenazas son delitos tipificados, incluso si no llegan a ejecutarse. El simple hecho de causar miedo o alterar la tranquilidad de la víctima ya puede constituir infracción penal. Lo recomendable es actuar cuanto antes y dejar constancia del hecho.
No respondas con insultos o amenazas propias
En ocasiones, se generan situaciones de cruce de denuncias porque ambas partes se insultan, se amenazan o se graban mutuamente. Responder a una injuria o coacción con otra puede debilitar tu posición como víctima. Mantener la calma, recopilar pruebas y acudir a un abogado es la mejor vía para proteger tus derechos.
Evita denunciar si no hay base suficiente o pruebas mínimas
Si bien es legítimo protegerse ante amenazas reales, también hay casos en los que se denuncia sin una base jurídica sólida. Presentar una denuncia por simple malentendido o enfado puede acarrear consecuencias, incluyendo una condena por denuncia falsa. Por eso, antes de actuar, es clave contar con asesoramiento legal profesional.
Cómo abordo estos casos en el despacho
Desde mi despacho en Albacete, represento tanto a víctimas de amenazas, coacciones o injurias como a personas acusadas injustamente de estos delitos.
Analizo las pruebas disponibles, preparo la estrategia procesal adecuada y acompaño al cliente en todo el procedimiento penal: desde la denuncia inicial hasta el juicio, si lo hubiera. También valoro si cabe una mediación previa o una reparación del daño, en función del contexto y de las opciones legales.

¿Has recibido amenazas o te acusan de coacciones en Albacete?
Si te ves envuelto en un conflicto de este tipo, contacta conmigo. Estudiaré tu situación, te ayudaré a enfocar tu caso correctamente y te acompañaré durante todo el proceso penal.
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Eugenio Nieto Lara
Especialista en Delitos de injurias, coacciones y amenazas verbales o físicas en Albacete
Abogado en Albacete con más de 20 años de experiencia. Especializado en derecho civil, penal y de familia, ofrece asesoramiento y representación cercana y personalizada. Perteneciente al Ilustre Colegio de Abogados de Albacete (ICALBA), su despacho cubre temas como desahucios, cláusulas suelo, separaciones, y defensa penal.