Derecho de Familia

Los procesos relacionados con el Derecho de Familia afectan por definición a intereses especialmente sensibles, como son las relaciones personales y familiares, incidiendo directamente en la esfera de la vida privada de los afectados. De ahí que los profesionales del derecho que se dedican a este tipo de procedimientos necesiten desarrollar unas capacidades específicas especialmente orientadas a tratar con este tipo de situaciones.

Tras un procedimiento judicial en materia de Derecho de Familia, las relaciones personales y patrimoniales entre los ex cónyuges o ex miembros de la pareja de hecho y las relaciones con el resto de los miembros de la familia, especialmente con los hijos comunes, no se extinguen, no desaparecen, sino que simplemente se transforman.

Por ello la resolución con la que concluye el procedimiento judicial no es en la mayor parte de los casos el final del camino, sino el principio. Que las futuras relaciones familiares tras el proceso judicial en Derecho de Familia se desarrollen con normalidad evitando nuevos conflictos depende en gran medida de cómo se haya enfocado y desarrollado el proceso, resultando imprescindible que cada caso concreto se analice individualmente, de manera que la estrategia procesal se adecúe siempre a las concretas circunstancias personales de cada persona o pareja, evitando incurrir en automatismos o fórmulas más o menos estandarizadas que no siempre se ajustan a las verdaderas necesidades personales del cliente.

• Separaciones y divorcios.
• Regímenes de custodia. Custodia compartida.
• Modificación de medidas.
• Régimen de visitas de menores.
• Pensiones compensatorias y alimenticias.
• Parejas de hecho.
• Liquidación de sociedades de gananciales.
• Capitulaciones matrimoniales.